Todos queremos paz y alegría en libertad, pero nuestra contradicción es que la deseamos atada y dependiente de personas, objetos, conocimientos, títulos, propiedades etc, la lista es variada e interminable.
El mundo de la ilusión
Sentimos alegría y paz si conseguimos esa casa, estar con esa persona, ese dinero, ese viaje… la lista es interminable.
Nos sentimos mal, con rabia, tristeza o miedo si no conseguimos lo que queremos o lo perdemos.
Paz y alegría en libertad desde el vacío
Ya lo dijo Gautama Buda: El deseo produce sufrimiento y milenios antes, el Taoísmo afirmó : El vacío requiere ser llenado y la plenitud busca vaciarse.
Buscamos «ser alguien» acumulando ideas, filosofías, conocimientos, títulos y propiedades. El Ego o personalidad no suele buscar ser nada o nadie para ser conscientes de que, inevitablemente, somos todo.
Ser alguien me separa del otro y ser nadie me une a él.
El océano y las olas
¿Acaso está la ola separada del océano? ¿no es la ola una manifestación del océano? si la ola se compara con otras olas mas espumosas, mas rosadas, mas grandes o pequeñas, entonces se pierde en la ilusión de la separación.
Durante décadas he buscado la experiencia de unirme a todo, a través de lecturas, estudios, prácticas de Yoga, psicoterapias del Este y del Oeste que me ilusionaban en ser «alguien» y sin darme cuenta, me separaban de Todo.
Manifestándote libre
El Ser, Dios, Todo, el Tao, Eso, o como queramos llamarlo, se está manifestando a través nuestro en cada momento. Si lo busco, al mismo tiempo me estoy separando de Él, y esa ilusión acaba siendo frustrante y dolorosa. Como si las olas buscasen unirse con el océano cuando, es evidente, que son el océano.
Observando el cielo
Como aficionado a la astronomía hace muchos años que vengo observando el cielo, y entre todos los planetas, nebulosas, galaxias y cúmulos estelares, hay un espacio negro, oscuro e infinito en todas las direcciones, en medio de ese espacio emergen los cuerpos estelares, como las olas y nuestros cuerpos, nacen, están un tiempo y se van.
Sal al campo una noche despejada y observa esa negrura abrazando a todas las estrellas, esa oscuridad está arriba, abajo, detrás, a la derecha y a la izquierda, nuestro minúsculo planeta Tierra está flotando en medio de esa oscuridad infinita.
Experimenta paz y alegría en libertad
La mente no puede entender ese espacio inmenso, pero la conciencia puede experimentarlo y en Esa Experiencia, la mente se calla con su constante parloteo de recuerdos del pasado e imaginaciones del futuro. Ese espacio oscuro e ilimitado solo está en el momento presente. En Él están todas las posibilidades imaginadas e inimaginables.
Abriendo el corazón
Si abrimos el Corazón a la evidencia de que somos una manifestación de Él, como la pequeña ola que somos, nos daremos cuenta de que somos la misma esencia del agua que está en todo el océano.
Siendo libres de las ilusiones mentales del pasado y del futuro, podemos realizar la recomendación del texto sagrado del I Ching: «Solo los pensamientos referidos al momento presente no dañan al corazón».
Solo en el momento presente está la experiencia de la Libertad de la eternidad.