La decisión de la humanidad.

La decisión

Fuera estás perdido, dentro estás en tu hogar. Sustituye lo externo por lo interno y sé eterno.

Guru Raj Ananda Yogui.

Nuestro sistema inmunológico está profundamente ligado a nuestro sistema nervioso y a nuestras emociones, hasta el punto de que hay una especialidad médica llamada Psiconeuroinmunología, que significa que nuestro sistema inmunológico, el sistema nervioso y nuestras emociones están profundamente interconectados. Si estamos asustados, tristes, ansiosos o preocupados nuestro sistema inmune reduce enormemente su eficacia en mantener las defensas de nuestro organismo. Por el contrario, la alegría, la tranquilidad o la armonía hace que tengamos un sistema inmunológico sólido y equilibrado frente al desequilibrio que representa una enfermedad. Cuando hablo de desequilibrio no me refiero solo a aquello que consideramos nuestra individualidad personal, sino también al medio ambiente en el que habita. 

Desde hace décadas, la humanidad no ha tenido ningún respeto por el medio en el que vive, ha contaminado el aire, destruido la capa de ozono, arrasado los bosques y las selvas, contaminado los ríos y utilizando los océanos de basureros para nuestros desechos de plásticos. Estúpidamente ha ensuciado la casa donde vive, no solo ella, si no también especies animales, insectos, peces y aves. Todas ellas están desapareciendo a un ritmo vertiginoso. Lo sabemos desde hace años y no hacemos nada, seguimos inconscientemente dormidos e irresponsables creyendo que no tendrá consecuencias o que éstas repercutirán en alguna generación futura. Pues bien ese futuro ya ha llegado. La madre tierra ha confinado a la especie humana impidiéndole que siga con sus acciones irresponsables y devastadoras. No son los bosques lo que nos importa, ni los océanos, ni los animales, ni las abejas, es la decisión de la humanidad, solo nos importa el dinero y todo lo anterior es devastado o cultivado en orden a la cantidad de beneficios que produce. 

¿Queremos curarnos de verdad? No hay otra manera de empezar mas que por nosotros mismos. Respetemos la naturaleza, allí donde estemos, siempre hay un árbol, una planta, un animal, el sol o las estrellas que ya ni se ven en las noches de nuestros hormigueros ciudadanos, ellos son los maestros porque la respetan, utilizan solo lo necesario, no como nosotros que acumulamos sin sentido. En nuestra idiotez egótica nos creemos la especie mas evolucionada del planeta y quizás tengamos esa opción pero lo que está pasando nos muestra lo mal que la estamos utilizando. Nos hemos concentrado en el pensamiento y hemos producido máquinas que piensan más rápido que nosotros, máquinas inmisericordes que solo miran datos y más datos, beneficios y perdidas. Estrés y más estrés, también decisión de la humanidad.

Y de nuestros corazones ¿qué ha sido? hoy se asoman a los balcones y cantan canciones con unos vecinos que siempre habían estado ahí, pero que en nuestras prisas no habíamos ni visto. Y empezamos a mirarles y reconocerles. ¿Volver a lo de antes? ¿a la normalidad como dicen nuestros dirigentes? si les hacemos caso, el siguiente correctivo de la madre Tierra será mucho peor. Lo de atrás es lo que ha traído esto. Es una normalidad profundamente enferma. Reflexione y tome la decisión, pues tiene libertad para hacerlo. Ahí encerrado en su casa, sin salir, mire dentro de su corazón, sólo él tiene la respuesta y la solución. No es nada complicado, muchas veces basta empezar con una sonrisa sincera mirándonos en un espejo, después podemos extenderla a las demás personas que son espejos de nosotros mismos. Quizás entonces no elijamos para gobernarnos a los más manipuladores si no a los que tengan el corazón mas sonriente y limpio. Es la decisión de la humanidad.