Conciencia y espacio

Una de las grandes religiones de la humanidad como es el hinduismo, nos dice que en nuestro mundo interior Dios es conciencia y en nuestro mundo exterior Dios es espacio.

Tener conciencia del espacio que hay entre las cosas… del espacio que ocupa tu propio cuerpo.

También el Taoísmo nos dice que todo pensamiento que no esté referido a tu momento presente está dañando tu corazón.

Pensamientos del pasado, del futuro, imágenes, frases que te dices, recuerdos… dañan de alguna forma tu corazón si esos pensamientos no están remitidos al momento presente.

Por tanto, la practica que te propongo hacer es unir la conciencia del espacio con esos pensamientos que puedan aparecer para darte cuenta de si están remitidos al presente o no.

El texto sagrado del I Ching

Todas las grandes religiones tienen su texto sagrado. El Taoísmo tiene el I Ching y el Tao Te King; el cristianismo tiene la Biblia, el islamismo el Corán y hinduismo el Bhagavad Gita. La palabra religión viene de «religare», es decir de unirse e integrarse con uno mismo.

Muchas veces lo que pensamos no coincide con lo que decimos ni con lo que hacemos, entonces no estamos unidos con nosotros mismos. Si lo que pienso coincide con lo que digo y con lo que hago, y todo ello con la conciencia del momento presente, entonces estoy ligado conmigo mismo y soy un hombre religioso.

El pecado es estar desintegrado de uno mismo, entonces mis pensamientos, mis palabras y mis actos van por caminos diferentes. La virtud es cuando todos coinciden en una misma dirección.

¿Qué fuerzas conscientes o inconscientes me llevan a la desintegración y cuales me conducen a mi integración personal? El I Ching nos va a dar respuestas claras de cuales son estas fuerzas y de como transformarlas, para nuestro bien, en energías integradoras y sanadoras.

La desintegración conduce a la infelicidad y la integración personal nos trae la felicidad.

¿Podemos elegir entre una u otra?. El texto sagrado del I Ching nos ayuda a ello y lo explica con claridad para que puedas utilizarlo en tu vida. Si sigues las indicaciones que los hexagramas del I Ching te den tu vida fluirá hacia tu integración contigo mismo y con el medio en el que vives.

Utilización del I Ching


Para utilizar correctamente el I Ching se requiere en primer lugar seriedad y, en segundo lugar, perseverancia.

No se solicita una entrevista con un gran sabio para preguntarle nimiedades. Se le consulta para preguntarle algo serio e importante para nosotros. Con esa actitud, sincera y comprometida, el sabio nos responde en igual medida. Si su respuesta no nos gusta, no le preguntamos de nuevo, pues con esa actitud cuestionamos su sabiduría y sinceridad.

Se habla del I Ching como un gran sabio desencarnado, a quien nos dirigimos humildemente para consultarle algo que nos afecte profundamente en nuestra vida, y para lo que no hemos encontrado una respuesta. Después hemos de aplicar con perseverancia las respuestas que nos ha dado.

Estudiamos el I Ching desde dos perspectivas:

  1. Un aspecto adivinatorio es la manera mas externa y superficial.
  2. El aspecto interno, trata de los principios básicos de la fuerza vital en nuestra dimensión humana y de como aprender a desarrollar nuestro espíritu.

El I Ching es una guía de meditación interna, en la que tenemos en cuenta cada órgano del cuerpo, no solo en su fisiología energética, sino también en los pensamientos y emociones con las que está en sincronía. Purificando e integrando esas energías internas, por canales que también utiliza el arte de la Acupuntura, no lleva hacia una meta de Paz y Liberación.