Iceberg

«Españolito que vienes al mundo te guarde Dios.
Una de las dos Españas ha de helarte el corazón»

Don Antonio Machado.

No se en sus tiempos Don Antonio, pero en los míos las dos Españas han coincidido en calentarse el bolsillo. En este aspecto son una y están de acuerdo. Helados estamos los trabajadores, los que nos calentamos los huesos con 9 o 10 horas de trabajo diarias. Más de medio millón de españoles viven estupendamente, prácticamente sin trabajar, a costa nuestra. Eso sí, teóricamente elegidos por nosotros y creando más y más problemas para justificar sus desmesurados sueldos. Se pelean, no se ponen de acuerdo, se desacreditan unos a otros, se insultan, tratan de hacer acuerdos en los que hay de fondo un desacuerdo total, pero eso sí, mientras tanto siguen cobrando y pretendiendo hacernos creer que sin ellos estaríamos perdidos.

¿Somos tontos? ¿quizás nuestra capacidad intelectual se ha visto mermada por tanta televisión mediocre y su correspondiente lavado de cerebro? Un pueblo inteligente y culto nunca toleraría ni elegiría este tipo de representantes.

–Cada pueblo tiene el gobierno que se merece— respondió el primer ministro británico Sir Winston Churchill en la década de los años cuarenta cuando le preguntaron su opinión sobre la situación política en España; estoy completamente de acuerdo, no solo cada pueblo tiene lo que se merece si no también cada uno de nosotros. Lo que sucede en nuestras vidas es el resultado de lo que hemos hecho o de lo que teníamos que haber hecho y no hicimos.

Nos falta educación, nos falta ética y nos falta moralidad, y no me refiero a educación de acumulación de datos, me refiero a educación emocional, esa a la que la mayoría de las familias y las escuelas no le prestan atención, la que nos hace felices o infelices, esa que bien aplicada nos enseña a salir de la tristeza, de la angustia o de la ira, emociones que son consecuencia del miedo, de la rabia, de la vagancia, del orgullo, de la avaricia y de la envidia, !Ay! la envidia española…Todas ellas consecuencia de deseos desmesurados insatisfechos

Si se robaba hace cuarenta años y era descubierto, la gran mayoría nos avergonzábamos de ello, hoy se considera estúpido a quien tiene oportunidad de hacerlo y por ética no lo hace. Consulte las cacareadas hemerotecas sobre los robos que ha habido en España en los últimos treinta años en política, por nuestros representantes, y en nuestra vida social que ha sido la que los ha elegido. Ha sido lo normal en el sentido de frecuente, y solo conocemos la décima parte del iceberg ya que las otras novenas partes están sumergidas. Creo que la salida oficial de esa carrera se dio con la palabra pelotazo.

Y ¿cuál es la solución? si es que Ud. ve un problema, porque muchos ni lo ven.

Podemos descargar en un minuto la información que queramos de nuestro Iphone pero la educación emocional no se adquiere en un día, ni en un mes, ni en un año. Es un asunto de, al menos, una generación. ¿Estamos dispuestos a plantar y cuidar árboles cuyos frutos no veremos nosotros pero sí España?

Si no encontramos la felicidad en nuestro interior trataremos de compensar ese déficit llenándolo de posesiones materiales, que nos pueden dar placeres pero no felicidad. Si seguimos corriendo ciegos en esa carrera de que más coches, más casas, más sexo, más dinero, más poder o más conocimientos nos van a hacer más felices entonces la falta de ética y de moralidad por conseguir todo eso y de cualquier manera, dando todos los pelotazos que sean necesarios, entonces, repito, la falta de ética y moralidad están a la vuelta de la esquina. Qué digo, no están a la vuelta de la esquina, ya han llegado, están entre nosotros, en nuestro día a día, en nuestras noticias, en la Universidad, en la política, en la sociedad, ¿es sociedad o suciedad? que hemos construido.

Si España ha parido a Cervantes, Goya, Albéniz, Velázquez, García Lorca, Picasso, Cristobal Colón, Ramón y Cajal, Ibn Arabi, Trajano, Adriano, San Juan de la cruz, Santa Teresa de Jesús, y tantos otros, ¿Con qué la hemos preñado últimamente para tener tantos abortos, cortos de miras, maleantes y un montón de españoles que les presta atención en la prensa, la televisión u otros medios para enterarse de las fechorías de sus representantes? Solo estamos viendo un 10% del iceberg político, el 90% restante está escondido en lo que se viene a llamar las cloacas del estado.

Si con nuestra atención creamos el mundo ¿porqué no retirarla de todo esto que nos quita la dignidad y el orgullo de ser españoles, y creamos otra cosa?

Es solo una sugerencia.

Preguntas y misterios

Lo que en un tiempo lejano era cierto para nuestra cultura, pasados los años dejó de serlo para dar paso a nuevas verdades que, en muchos casos, costaron la vida o la cárcel para sus descubridores. En 1553 en la ciudad de Ginebra, el español Miguel Servet fue quemado en la Hoguera, entre otras cosas, porque descubrió verdades, hoy incuestionables, sobre la circulación de la sangre. En el año 1632 Galileo fue torturado y arrestado en su casa por descubrir que era la tierra la que giraba alrededor del sol.

Entre mis aficiones está la Astronomía y desde hace años he disfrutado explorando el universo a través de diferentes telescopios. Mi afición me llevó a tener conversaciones con un amigo que dirige una estación espacial española. Recuerdo una de ellas en que me dijo que, con la tecnología óptica de la que disponemos hoy en día, apenas conocemos un diez por ciento del universo. Lo mismo pasa con el cerebro humano –respondí– solo conocemos un diez por ciento de lo que ocurre en él.

¿De dónde viene un pensamiento? ¿cómo se forma? ¿qué es lo que hace que un pensamiento se vuelva consciente? ¿produce el cerebro los pensamientos?

Así como sabemos que un aparato de radio o televisión no es el que genera la música o los programas que escuchamos o vemos, sino que es simplemente un instrumento que capta las ondas de radio o televisión que nuestros sentidos no pueden captar directamente y que, además, dependiendo de la calidad de la radio podemos captar solo las emisoras locales o las de todo el mundo. ¿Cuántas emisoras? no tengo esa información pero estoy seguro de que son millones, y en todos los idiomas.

¿No será el cerebro un instrumento que capta lo ya pensado durante milenios por un incontable número de personas? ¿hay pensamientos nuevos? ¿o solo una mezcla particular –en el mejor de los casos– de lo ya pensado?

¿Cuál fue el primer pensamiento?

Si con un martillo destrozamos el aparato de radio ¿le ocurre algo a las ondas que éste capta? No les ocurre absolutamente nada. Siguen en una dimensión que nuestro instrumental físico no puede percibir.

Sabemos que la gran mayoría de la gente piensa más de un noventa por ciento de pensamientos que ya pensó innumerables veces. Es decir, sintonizan constantemente la misma emisora. Otros, los más geniales, cambian de emisora con gran facilidad, son creativos y sabemos que una mayor creatividad corresponde a un mayor grado de salud mental. Entiendo la creatividad en dirigir la atención hacia donde todos la dirigen y ver lo que casi nadie ve. Pero nuestra estructura egoica personal repite las mismas formas de ver, de pensar, de escuchar y de dialogar consigo mismo en un intento de hacer eterno lo que no puede serlo. La vida es un cambio de nuevas expresiones en una creación imparable.

¿Y cuándo se destruye el cerebro? ¿qué ocurre? ¿seremos los programas de la misma emisora que escuchamos en vida?

¿Hay algo que unifique a todas las ondas, y que sea su fuente?

¿Qué es aquello que una vez conocido todo lo demás lo es? Interesante pregunta que plantean los textos sagrados de la India y la actual física cuántica.

Creo que es algo que vale la pena investigar y realizar.