Como los árboles que pierden sus hojas en otoño porque la savia va hacia la tierra, hacia sus raíces, nosotros, que también somos condicionados por el planeta y sus estaciones, cuando nos invade la tristeza sentimos como nuestra energía cae hacia el suelo.
Estírate y pon tu cuerpo bien derecho. Levanta la barbilla hacia arriba y mantén un rato esta postura. Mejorará tu estado de ánimo.
Te sentirás aún mejor si en tu rostro esbozas una sonrisa. Es forzada, ya lo sé, pero pruébalo estirando los labios hacia atrás y hacia arriba; haz lo mismo con las comisuras de los ojos. Mantén la sonrisa, tu cerebro está procesando la información que le llega de los músculos faciales de que tu percepción es sonriente.
Puedes ayudarte aún mas recordando imágenes de tu vida que te provocaron una sonrisa. Si quieres continuar un poco más, imagínate que tu sonrisa se condensa en un poco de saliva, traga esa saliva impregnada y dirígela hacia el área de tu corazón inundándolo de alegría.
Vuelve a producir más saliva, continuando con tu sonrisa, y traga esa saliva dirigiéndola hacia tus riñones (parte posterior de la espalda, más o menos a la altura del ombligo)
Repite el mismo proceso hacia el hígado (parte derecha del abdomen detrás de las costillas más bajas)
Los pulmones que ocupan el tórax, y el Bazo que está en la cavidad abdominal en el lado opuesto al hígado.
Este ejercicio elevará la vibración de la tristeza hacia un estado más feliz.
Si con todo esto no lo logras superar tu tristeza, conocemos técnicas más profundas y te enseñaremos a aplicarlas.
No nos alimentamos sólo de comida, también, a través de Internet devoramos noticias, opiniones, artículos, formas de ver y de pensar la vida, ambientes psíquicos ya sean de alegría, de miedo, de preocupación o de tristeza. Todo ello va a nuestro estómago, eso nos enseñan las medicinas orientales con más de 8000 años de experiencia. La nuestra, la occidental, no ha llegado tan lejos, dado que apenas tiene unos pocos cientos de años.
Reflexionemos: acabamos de comer y nos dan una pésima noticia que hace que tengamos náuseas, nos produzca vómitos o se detenga nuestra digestión; una buena digestión implica masticar detenidamente la comida, saborear el alimento, o el artículo, entenderlo para asimilarlo e integrarlo en nuestro sistema físico y psíquico. Discernir lo qué es correcto para nosotros y dejar ir lo que no nos enriquece, alegra, nutre o nos conviene. Eso toma tiempo y discriminación inteligente.
¿Qué ocurriría si nos paseamos por una ciudad con millones de restaurantes para «comer» información y el 99% de ellos gratuitos? ¿Sabríamos seleccionar la buena comida para nosotros? ¿Le dedicaremos el tiempo necesario para digerir e integrar esas informaciones en nuestro sistema de conocimiento y experiencia de vida?¿Nos preguntaremos por qué es gratuito? o ¿saltaremos de este artículo a otro y otro más sin dedicarle el tiempo necesario para su digestión? Aparentemente es fácil, solo tenemos que seguir presionando suavemente con el dedo sobre esta pequeña pantalla para continuar devorando más y más información gratuita, indiscriminada ¿veraz? y lo que es peor, altamente adictiva ¿Puedes levantar el dedo, dejar el móvil y vivir la realidad y menos este espacio virtual? Muchos ya no pueden y menos nuestros jóvenes que han nacido con esta «cocaína» entre las manos.
Por supuesto que es una herramienta formidable, si somos inteligentes para utilizarla cuando la necesitamos y no para estar en sus manos y que nuestro tiempo sea inútilmente devorado por ella, como Saturno devoró a sus hijos.
Y nos devora con gran cantidad de información falsa, algunas joyas verdaderas y ¡la más peligrosa! la que está hecha de medias verdades. Como la soja hecha de genes de soja transgénica para tener menos gastos de cultivo. Y como eso, mucho más.
Antes, en las guerras, disparaban con balas y hoy se utilizan códigos de A.R.N. modificados. Y el arma más dañina es la utilización de los medios colectivos de información para hipnotizar a las masas y dirigir su atención hacia donde más convenga. Bajo hipnosis se puede creer y hacer cualquier cosa, como que los códigos genéticos modificados son curativos y buenos para la salud. El mejor medio para difundirlo está en nuestras manos dirigidas por el instrumento más sofisticado de la evolución, que es la herramienta de nuestras mentes, siempre produciendo pensamientos con los que nos identificamos.
¿Podemos detener la mente en su inagotable producción de ideas? ¿desidentificarnos de ella? ¿descansar y utilizar esa prodigiosa herramienta solo cuando a nosotros nos convenga y queramos? ¡No! para más del 90% de la humanidad no es posible, ni tan siquiera imaginable. No se imagina usted, el descanso que esa desidentificación supone y la Paz que trae consigo. Muchas veces es el dolor el que nos fuerza a esa desidentificación. En ello estamos, los signos de nuestra civilización actual, con sus mentiras, enfermedades, engaños, con su falta de dirección y sentido , con sus guerras disfrazadas de epidemias, con su incierto futuro, nos indican que Saturno se está dando, como nunca, un gran banquete de humanidad.
Los signos evidentes de indigestión, vómitos y diarreas nos muestran el final de una época pantagruélica, en la que el tiempo de vida que se nos ha dado termina con el consumo indiscriminado de todo lo que la idiotez humana puede devorar. Y es falto de inteligencia pensar que este móvil gratuito que tenemos en las manos no está transmitiendo información a un robot algorítmico sobre a quién llamamos, de qué hablamos, qué nos gusta comprar, en qué ciudades estamos y qué calles recorremos, de los innumerables circuitos de internet cuales seguimos, cuales son nuestras ideas políticas, de qué dinero disponemos, cuales son nuestras enfermedades, qué medicamentos utilizamos y de un larguísimo etc de cuya información total ni nosotros mismos somos conscientes. El robot algorítmico y sus propietarios si lo son. Con toda esa información no somos libres, somos predecibles y pueden «devorar» nuestra atención y nuestra vida, tal y como Francisco de Goya y Lucientes predijo en su pintura.
La frugalidad, la austeridad y la discriminación inteligente están llamando a la puerta. La historia te está obligando a mirar esa puerta. Como el avestruz puedes meter la cabeza debajo del ala y auto engañarte, creyendo que todo eso no existe.
Abre esa puerta y mira, te conviene hacerlo, te traerá Paz.
¿Ud. no ve, pues, como todo lo que sucede es siempre un comienzo? ¡Y comenzar, en sí, es siempre tan hermoso!
Deje que la vida le acontezca. Créame, la vida tiene razón en todos los casos.
Somos solitarios. Tenemos que aceptar nuestra existencia tan ámpliamente como sea posible. Todo, aun lo inaudito, debe ser posible en ella, pues sólo quien está apercibido para todo, quien nada excluye, ni aún lo más enigmático, sentirá las relaciones con otro ser como algo vivo»
Rilke, «Cartas a un joven poeta»
La cinta de un film está formada por una serie de fotogramas que unidos secuencialmente dan la impresión de movimiento en el tiempo. Unapelícula es una historia con un principio, un desarrollo y un final, y antes de que se proyecte en una pantalla cinematográfica, toda la historia está contenida en un rollo de celuloide en el que ha sido grabada. Esa historia tiene una coherencia a la que estamos acostumbrados, por ejemplo si en medio de un combate en el Coliseo romano sale un baile de claqué en blanco y negro, nos parecerá incoherente.
Llegados a determinadas secuencias de la proyección de nuestra película todos queremos cambiar de película y la del vecino suele parecernos mejor. A ese rollo de celuloide el Yoga le llama karma y querer dejar el dolor, y no el placer, que experimentamos al vivirlo es la común de lasexperiencias. El mismo Jesús disfrutó del vino en las bodas de Canaán y en la cruz le pidió al Padre de la vida que le librara del sufrimiento ¿Podemos detener esa proyección individual, quizás después de haber intentado cambiarla una y mil veces por otra que nos parece mas llevadera, o de adormecernos con distintas drogas para no vivirla? Sí, se puede, si nos detenemos en un gesto y lo amamos, y amarlo es aceptar lo que no por casualidad nos ha tocado vivir y poner nuestro mejor buen hacer y cariño en el papel que representamos.
Si circulamos en un automóvil a 100 Km/hora no podemos detenerlo de repente, a menos que lo estrellemos contra un muro, en cuyo caso ni nosotros ni el coche sobreviviríamos. Conviene detenerlo poco a poco a lo largo de 500 o 600 metros; detener suavemente, con perseverancia y atención en el presente el vehículo del Karma, el Yoga lo llama Dharma. Pongamos la atención en este momento ¡no hay otro! Lo demás son pensamientos de nuestra mente que crean el recuerdo de un pasado y la perspectiva de un futuro, hacerlo es salirse del tiempo y quedarse en la Conciencia del Espacio Presente ¿Y qué pasa con todo lo demás, obligaciones, trabajos y deberes? bueno lo demás será solucionado por añadidura si ponemos nuestra atención limpia y determinada en el momento presente. Dicho con otro lenguaje, nuestro Ser Esencial puede observar las formas de los pensamientos y las emociones escenificándose en el mundo a través del cuerpo. Antes es necesario disciplinarnos en ser Conscientes de que lo que pensamos y sentimos forme una unidad con lo que hacemos.
Integrándonos con nosotros mismos todos los gestos son el primero a la vez que el último y al serlo hacen que cada momento sea único.
Las palabras son diferentes a las experiencias que nombran. Por ejemplo: si yo estoy comiendo con un amigo una excelente paella valenciana de mariscos, yo puedo decir que está buenísima y mi amigo responder –sí es verdad, está buenísima– pero sólo son palabras.
La experiencia íntima y personal que tengo yo del sabor del arroz y los mariscos es muy distinta de la experiencia que tiene mi amigo, nombrar esa experiencia con las mismas palabras creyendo que significan lo mismo es un error.
En nuestras experiencias estamos solos, lo cual no significa ni mucho menos una soledad física; podemos estar todo el día rodeados de cientos de personas con las que sanamente nos comunicamos, pero nuestras experiencias individuales son diferentes. Por lo tanto ya tenemos la soledad, el paso en nuestra evolución es reconocerla. De ahí los versos de San Juan de la Cruz:
" En soledad vivía,y en soledad a puesto ya su nido,Y en soledad le guía a solas su Querido,también en Soledad de amor herido".
El yoga empieza verdaderamente cuando reconocemos la experiencia de esta Soledad. Mientras tanto son diferentes técnicas preparatorias, más o menos largas que nos levan al reconocimiento de esta experiencia.
«El hombre de hoy se encuentra pisando el borde del abismo que confunde las palabras y las imágenes virtuales, con las experiencias vivas a las que estas se refieren. En el corazón de la experiencia misma las palabras y las imágenes se ausentan, ese núcleo profundo de nuestro Ser no es comunicable, pero si puede ser experimentado.
Una nueva Psicología está naciendo en nuestros días; su Misión es comunicar al hombre la existencia de dimensiones de la Conciencia que desconoce ayudándolo, con técnicas precisas, a experimentar la dimensión transpersonal de la vida humana. Es nueva porque utiliza una metodología adecuada a la evolución actual del ser humano, y vieja porque habla de verdades tan antiguas como la humanidad.
Hace mas de un siglo la psicología occidental nos mostró la vastedad del mundo del Inconsciente. Creó y redescubrió métodos para ponernos en contacto con el y comprender que nuestro estado de vigilia cotidiano es como una pequeña burbuja flotando en ese océano desconocido. Hoy, inmersos en la revolución atómica e informática, la psicología aborda el conocimiento del área supraconsciente o transpersonal de la mente. No se interesa solamente en el «ego» o personalidad: por descubrir sus raíces enterradas en lo inconsciente, o porque sean armónicas y saludables, pues una cárcel de oro sigue siendo una prisión lo mismo que la de hierro herrumbroso. Su atención se enfoca en lo que podemos conocer más allá del encierro de la personalidad, la cual es un cúmulo limitado de pensamientos y reacciones programadas con las que configuramos nuestra realidad subjetiva.
En el universo transpersonal la realidad deja de ser la proyección ilusoria de nuestros pensamientos en el mundo, para desbordar en una dimensión objetiva y real a la mas fecunda fantasía. En ella el hombre va mas allá de las fronteras de su piel y se encuentra viviendo y vibrando en todo lo que lo rodea. El Universo ya no es algo ajeno a su visión, sino que está inextricablemente unido a la misma. lo que el «ego» percibía como materia a través de los sentidos se transforma en Conciencia en la dimensión transpersonal y lo que creíamos exterior a nosotros pasa a formar parte del núcleo de nuestro corazón.
Nuestra Misión en el tiempo es acercarnos a la Visión de lo que somos:
Un punto de conciencia en un Planeta que está en medio de un espacio ilimitado lleno de estrellas»
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies